por Salvador D’Aquila – 18 sep 2023

 

Hace décadas que los venimos padeciendo. Pero desde que los medios de comunicación hicieron más visible el tema, cada vez con mayor frecuencia nos enteramos de una gran cantidad de hechos trágicos que tienen su origen en lo que se dio en llamar Cambio Climático.

 

Solo por citar algunos de los más recientes

-Julio 2023 pasa a la historia como el mes más cálido en promedio en todo el planeta desde que hay registros.

-Ese mismo mes sumó el récord de contar entre sus días al más caluroso de la historia a nivel global.

-Uruguay, cuyo territorio no está considerado como zona sísmica, ¡sufrió un terremoto! Además, con el río más ancho del mundo a sus costas, tuvo que paliar una escasez grave de agua potable.

-Todo el Hemisferio Norte atravesó durante el último verano boreal una ola de calor (que se extendió también al África) calificada como brutal, con temperaturas de más de 42 grados. En España, la sequía obligó a restringir el agua a 9 millones de españoles.

-En la península de Florida, EE.UU., el calor del agua llegó a los 38 grados. Y el Mediterráneo batió su récord llegando a 28,7 en su superficie.

-En otro orden de cosas, hay un aumento de las alergias por el adelanto del polen.

 

En nuestro país

-Consecuencia de una de las sequías más importante de su historia, la cosecha de soja fue la peor en diez años en la Argentina.

-Los “veranitos” en invierno, hicieron del comienzo del mes de agosto de este año, el más cálido en 117 años.

-Vientos huracanados, como los que soplaron en Comodoro Rivadavia, que superaron los 150 km/h y produjeron la voladura del techo del aeropuerto.

 

Y tal vez lo más alarmante

-En la Antártida (recordemos: es en la época de pleno invierno cuando los hielos que se derriten durante el verano se reconstruyen), falta un pedazo de hielo de 2,6 millones de kilómetros cuadrados, una superficie similar al tamaño de la Argentina. Que según los científicos, ya no podrá recobrarse.

-Cada tanto aparecen algunas fotos comparativas de un lugar. La evidencia, que se puede apreciar en las fotos que acompañamos, muestra que desapareció el Ventisquero Negro.  Hablamos de la base del Cerro Tronador, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, Provincia de Río Negro. Donde ahora se ve la superficie espejada de un lago, había antes un glaciar. El cambio climático lo evaporó. Toda una demostración de la velocidad con que los ecosistemas están viéndose afectados por el calentamiento global.

 

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El Ventisquero Negro: donde antes había un glaciar (foto del verano de 1942) ahora hay un lago.

 

Y sin embargo

-La cumbre del G-20 de este año en India sobre el Cambio Climático, que contó con la participación de los ministros de Medio Ambiente de los países más importantes del mundo, cerró sin acuerdos y no se pudo pactar un límite a las emisiones de gases a la atmósfera. Los representantes de los países más poderosos del mundo se preocuparon más por la economía que por la ecología y la propia supervivencia de la especie humana. Con tanta ceguera, la humanidad toda está complicada.

-Avanza la deforestación en el Amazonas. Los ocho países amazónicos (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú Surinam y Venezuela) se reunieron en Brasil para buscar soluciones para salvar al pulmón del planeta a través de la cooperación regional. Veremos…

-Japón inició la descarga al mar de miles de millones de litros de agua radiactiva de la central atómica de Fukushima, estragada por un tsunami hace más de diez años. Dicen los especialistas que no traerá consecuencias. ¿Cómo considerarlo, cómo evaluarlo? ¿Recibiremos información fehaciente de cómo se ve afectado el mar por estas descargas?

 

Tengámoslo presente

Calor mortal, fuegos, inundaciones y sismos: los científicos se preguntan cuánto resistiremos ante este enemigo global que el hombre mismo ha creado en su afán de progreso y se analiza por cuánto tiempo estaremos los humanos en condiciones de habitar el planeta Tierra. Ningún país puede mantenerse a salvo en la llamada “era de la ebullición”, como hace algunos meses definió Antoni Gutiérrez, Secretario General de la ONU, a esta época que nos toca vivir. Una realidad del presente, no del futuro.