por Alejandro Muñoz – 04 dic 2021

 

Soy hincha de Boca. Confeso, sin problemas de reconocerlo. En los últimos días (meses, años), una situación se transformó en recurrente: la de jugadores que le faltan el respeto a la institución y a sus hinchas, escudados en la protección de los medios que los tildan de futbolistas "fuera de serie", "talentosos", "de los que cuesta encontrar".

 

Edwin Cardona, Sebastián Villa, Cristian Pavón, entre otros, son deportistas que en los últimos tiempos, en diferentes momentos, han optado por retirar sus pertenencias del club por decisión propia, olvidándose de la importancia de un contrato firmado. Han decidido en qué momento se iban a tomar vacaciones, sin importar los objetivos grupales. Han decidido, también, viajar por cuestiones familiares a sus países de origen, pero viralizar fotos en fiesta: lisa y llanamente, "de joda". Han manifestado sus (no) ganas de vestir la camiseta de Boca. Han llegado ebrios a una concentración.

 

Les han faltado el respeto al hincha. Y cuando realmente tienen que estar a la altura de las circunstancias, pasan desapercibidos.  Pero contra Sarmiento y Patronato la rompen y vuelve el jueguito mediático de la diferencia que marcan en el fútbol argentino.

 

Basta.