por el IET* Leonardo Saphir – 25 may 2024
*Innovador y Emprendedor Tecnológico
Hace ya más de tres años, comencé estas notas que podrían sintetizarse como de “prospectiva". Término que ya forma parte del lenguaje cotidiano. En un sentido temporal, comienza en un inicio y termina en un final. Pero las direcciones son opuestas: en una sola línea va hacia la derecha, avanzando; y en la misma línea de tiempo va hacia la izquierda, retrocediendo.
Un punto intermedio divide esa línea. Como en un eje cartesiano, hacia la derecha, es medido por la ciencia como positivo, como futuro; y hacia la izquierda, ¿el pasado?, por la espiritualidad. Hay un punto medio que, por convención, lo asigno a esta última. Aquí me detengo y continúo con un gráfico, que no es real ni fruto de la rigurosidad científica, sino de la creatividad espiritual.
Imagen del Bosón de Higgs en el espacio-tiempo
Es una expresión artística del bosón de Higgs, nombrado muchísimas veces y estudiado por la ciencia, pero al mismo tiempo llamado “la partícula de Dios”. La primera diferencia entre una y otra denominación estriba que en que aquella está en casi todos los matices de los siguientes colores computacionales:
En cambio, en el "sinónimo", que representa a “la partícula de Dios”, son solo matices del negro y el blanco.
Imagen de la “partícula de Dios”, a medida que se acerca
al límite entre el espacio exterior y un agujero negro:
el horizonte de sucesos.
Cada color tiene sus tonalidades. Por eso, agregamos las equivalencias numéricas que están implícitas en el dibujo original, así como los colores lo están de modo explícito. Entonces, los números entre paréntesis, que en realidad son códigos binarios, corresponden a cada color en la paleta del Power Point. Es otra correlación, esta vez con la electrónica, que también podría haberse expresado con códigos hexadecimales.
Para finalizar. Como todos estos temas tratan aspectos novedosos para el análisis, quedarán en la imaginación de los lectores otras características que visualicen en el dibujo.
Agujero negro supermasivo:
posible imagen de Dios, que nadie conoce.
por el IET* Leonardo Saphir – 30 abr 2024
*Innovador y Emprendedor Tecnológico
Hace pocos días falleció Peter Higgs, un científico famoso por sus investigaciones en la física cuántica que propuso el famoso bosón que lleva su nombre, conocido popularmente como la “Partícula de Dios”. Este es un homenaje a este hombre que dejó este plano el último 11 de abril y nos valemos de la circunstancia para una última nota con este sesgo. Es nuestra intención, si Dios quiere, enfocarnos luego en el costado espiritual de los temas que hasta aquí venimos tratando.
Peter Higgs (1929-2024)
Recomendamos su historia y su obra. Y como consecuencia, adentrarnos en la casualidad y/o causalidad de las cuales se nutren el Universo. Esta nota coincide con la primera de las introspectivas que vamos a desarrollar.
Escribir sobre prospectivas es un viaje al futuro. En este caso, son viajes al interior de nosotros mismos, pero enfocados desde la espiritualidad, no desde la ciencia. En nuestro concepto gráfico es el segmento negativo a la izquierda de la ecuación t, definido entre cero y menos infinito, -t.
La analogía completa la podíamos conceptuar como la línea que representa la vida entera del cosmos desde su creación hasta su finalización. Y la vida de los seres humanos está incluida, desde antes, durante y después de su nacimiento y fallecimiento.
Volviendo al genio, transitaremos su biografía bajo la advocación del apodo que hizo famoso su bosón, partícula elemental de la naturaleza que explicaría cómo se origina la masa de todas las partículas del Universo: el bosón de Higgs, la “Partícula de Dios”.
Representación artística de la “Partícula de Dios”
por el IET* Leonardo Saphir – 13 ene 2024
*Innovador y Emprendedor Tecnológico
Continuando con la temática de las dos notas ya publicadas acerca de La prospectiva del conocimiento, que sugiero releer, reproduzco la ecuación planteada.
Analicemos la relación de la teoría cuántica de estos conceptos, Ciencia y Religión, con el acto humano de la observación. Es importante tener en cuenta que estas nociones son parte de las interpretaciones de la mecánica cuántica y aún temas de debate en la comunidad científica.
En este marco, y en primer lugar, definimos que el efecto del observador o la medición de algo, puede implicar un cambio en el comportamiento o las propiedades de lo que se observa.
Un ejemplo de lo anterior es el experimento de la doble rendija, donde las partículas exhiben un comportamiento de onda cuando no se las observa y un comportamiento de partículas discretas cuando sí se las observa. La física cuántica sugiere que el observador afecta y define la realidad que estudia.
En segundo lugar, consideremos la física cuántica y la espiritualidad. El estudio de las partículas subatómicas indica que el átomo está compuesto por 99,9% de energía y un 0,01% de materia. Y por lo tanto, el Universo es prácticamente energía en su totalidad y esta nos transmite información de todo lo que se puede ver y tocar.
Por otro lado, la espiritualidad comprende el poder de visualizar y creer (cerebro y corazón). El Dalai Lama expresó que "la ciencia y el budismo pueden confluir e iluminarse mutuamente para lograr un conocimiento mucho más profundo de la realidad que nos envuelve".
El hombre que mira los cielos es científico cuando piensa y es religioso cuando cree.
por el IET* Leonardo Saphir – 26 mar 2024
*Innovador y Emprendedor Tecnológico
Con esta nota cerramos la serie referida a la Prospectiva del conocimiento. Que comenzó con el siguiente gráfico que sugiero volver a ver.
Es la adaptación de una línea de tiempo donde se explicitan a la derecha conceptos relacionados con el conocimiento científico; y a la izquierda, conceptos relacionados con el conocimiento espiritual, que próximamente presentaré.
Pero me centro en el punto 0 (cero) que la divide. La línea es continua y por lo tanto es una sucesión de puntos. Y para expresarlo más claramente, la repito como la línea de tiempo original.
Y como ya explicara en notas anteriores, el punto central 0 corresponde al brazo espiritual (izquierdo).
El cero es un número estático, no indica movimiento. Cualquier otro es dinámico: indica movimiento. Varios científicos y filósofos famosos así lo entendieron y escribieron acerca de Dios, asintiendo su existencia. Algunos ejemplos:
-“Me basta con examinar una brizna de hierba, o un puñado de tierra, para confirmar la existencia de Dios”, Isaac Newton.
-“El azar no existe. Dios no juega a los dados”, Albert Einstein.
-“Para las personas creyentes, Dios está al principio; para los científicos, al final de todas las reflexiones”, Max Planck.
-“Lo que un hombre llama Dios, otro lo llama las leyes de la física”, Nikola Tesla.
-“Dios creó los números”, Stephen Hawking.
Monumento Marco Cero, Calacali, Ecuador. Divide al planeta en dos hemisferios: norte y sur.
Big Ben. Medianoche en Londres, Inglaterra.
Símbolos: silencio, Feng Shui, binario, vacío…
De esta manera, finalizamos la serie de notas donde analizamos el Universo visto bajo el método científico. Así como las comenzamos hace casi tres años con el análisis de la palabra nada, la finalizo con conceptos similares: silencio, vacío, cero, reposo. Es como retroceder en el tiempo al momento anterior a la existencia misma, llamada propiamente preexistencia. Y aquí ya entra el concepto de la fe, esto es, el método espiritual.
Veremos qué pasa. Hasta la próxima.
por el IET Leonardo Saphir – 10 oct 2023
En la primera parte de La prospectiva del conocimiento introduje las nociones del conocimiento científico y el conocimiento religioso a lo largo de una línea del tiempo, expresada en términos matemáticos de un eje cartesiano de una sola variable T.
En esta segunda nota amplío el análisis con una ecuación que resuelve un problema insoluble por el método científico que responde a la siguiente pregunta: Un señor tiene un hijo a los treinta y dos (32) años. ¿En cuántos años será la edad del padre diez veces mayor que la edad del hijo, sabiendo que el padre tiene 32 años y el hijo 5 años? La ecuación planteada es:
¿Qué quiere decir? Es fácil interpretarla: la edad del padre (32) más los años que faltan transcurrir (incógnita T) es igual a la edad del hijo (5) más los mismos años transcurridos (T). Resuelta la ecuación, despejando la incógnita, si el lector recuerda algo cuando lo vio en la escuela o le pregunta a su hijo, el resultado le dirá que T=-2 (cuando el padre tenía 25 años el hijo tendría -2 años). ¿Pero cómo la edad será negativa? ¡No puede ser! Este enigma matemático no responde a la realidad.
Pero sí tiene respuesta con el método religioso. En la mayoría de las religiones monoteístas existe Dios, creador del Universo. En nuestra línea del tiempo, la semirrecta izquierda la representa.
“El tiempo religioso y el tiempo científico son dos formas distintas de concebir y medir el transcurso de los acontecimientos. El tiempo religioso se basa en la creencia de que hay un principio y un fin de la historia, determinados por la voluntad divina, y que el tiempo tiene un sentido y un propósito trascendente. El tiempo científico, en cambio, se basa en la observación y el cálculo de los fenómenos naturales, y considera que el tiempo es una magnitud física que se puede medir con precisión y que no tiene un valor moral o espiritual.
El tiempo religioso suele estar marcado por ciclos o ritmos que se repiten según las tradiciones o los ritos de cada cultura o religión. El tiempo religioso también puede estar vinculado a la idea de eternidad, es decir, a la existencia de una realidad que no está sujeta al cambio ni al deterioro, y que se opone al tiempo terrenal o temporal.
El tiempo científico, por su parte, se basa en el uso de instrumentos y unidades de medida que permiten establecer una escala temporal común y objetiva para todos los observadores. Por ejemplo, el reloj, el calendario o el cronómetro. El tiempo científico también se apoya en teorías y modelos que explican el origen y la evolución del universo, la Tierra y la vida. Por ejemplo, la teoría del Big Bang, la geología o la biología evolutiva.
La relación entre el tiempo religioso y el tiempo científico ha sido objeto de estudio y debate por parte de filósofos, teólogos, científicos y otros autores. Algunos han defendido la compatibilidad o complementariedad entre ambas visiones del tiempo, mientras que otros han señalado las contradicciones o conflictos que existen entre ellas.”
Notas:
-Lo entrecomillado es tomado de Wikipedia y del chat GPT de Bing.
-Sugerimos ver: ¿El tiempo es negativo? Un enigma matemático, video editado por LaMejorAsesoríaEducativa.