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por Juan Carlos Latrichano – 10 ago 2019

 

La campaña política dio lugar a que se digan algunas cosas inexactas.  Entre ellas, que el país hace ocho años que está estancado.  Si esto fuese cierto, significaría que desde el punto de vista de los resultados, el actual Gobierno y el anterior son similares.  Indudablemente, esta ha sido hasta aquí la estrategia de la mayoría de las fuerzas minoritarias, apuntada a saltar la grieta.

 

Frente a esto, cabe reflexionar acerca del desempeño del Producto Bruto Interno a valores constantes.  Al respecto, debemos decir que en los últimos 4 años de la gestión anterior, aunque tenue, hubo un crecimiento del 1,5%.  En cambio, en la gestión actual, estimando una caída del 2% para el año en curso, tendríamos una caída del Producto cercana al 4%.

 

Claramente vemos que una suba del 1,5% no es igual a una caída del 4%.

 

Desde luego, las políticas aplicadas son distintas.  Mientras la gestión anterior expandía el consumo, la actual lo comprime.  La desigual marcha del salario real y la de los haberes jubilatorios explica la enorme diferencia.

 

El impacto de una y otra política también luce distinto.  En efecto, en estos últimos años el desempleo ha crecido en forma significativa.

 

Finalmente, debemos señalar que al cierre del año 2015, no existía la sensación de depresión económica que se advierte en la actualidad.  Sensación que nos hace pensar que la reversión de esto no sea posible.  Menos aún con las políticas en curso.