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por Juan Carlos Latrichano – 23 jun 2020

 

Tan pronto como se produjo una merma de la inflación, aparecieron quienes profetizan una aceleración futura de la suba de precios.  Son los mismos que al momento de implementar el Ingreso familiar de emergencia y la ayuda para el trabajo y la producción, avizoraron un pico inflacionario.  En esa circunstancia, omitieron tener en cuenta que el problema era conjunto, de oferta y de demanda.  Por esa razón, en parte, la emisión no fue en su totalidad a precios.

 

Ahora piensan que ni bien se levante la cuarentena se reiniciará un proceso de inflación intenso.  Piensan que, entre otras cosas, va a ayudar el fin del acuerdo de precios y del congelamiento tarifario.  Adicionan a esto el posible aflojamiento del control cambiario.  Desde luego, opinan que el combustible que incendiará todo es la emisión de hoy.

 

¿Tiene asidero todo esto?

Más allá de si finalizará o no el acuerdo de precios, es dubitable que se produzca un desmadre inflacionario.  La economía actual no presenta rasgos similares a lo que hemos conocido hasta aquí.  Es más que probable que el empresario privilegie producir más; y el trabajador, el empleo al mayor salario.  Para el descongelamiento tarifario falta bastante.  Tendríamos que ver cuál es la situación sobre el fin del año.  Respecto del aflojamiento cambiario, creo que es un supuesto de baja probabilidad de ocurrencia.

 

Finalmente, tenemos el análisis del impacto de la emisión de hoy.  Al respecto pienso que lo de hoy impacta hoy.  Queda por analizar qué efecto tendría un cambio de la demanda por precaución.  En principio, si bien incidiría en una suba de precios, la misma distaría bastante de ser significativa.