por el IET Leonardo Saphir – 10 oct 2023
En la primera parte de La prospectiva del conocimiento introduje las nociones del conocimiento científico y el conocimiento religioso a lo largo de una línea del tiempo, expresada en términos matemáticos de un eje cartesiano de una sola variable T.
En esta segunda nota amplío el análisis con una ecuación que resuelve un problema insoluble por el método científico que responde a la siguiente pregunta: Un señor tiene un hijo a los treinta y dos (32) años. ¿En cuántos años será la edad del padre diez veces mayor que la edad del hijo, sabiendo que el padre tiene 32 años y el hijo 5 años? La ecuación planteada es:
¿Qué quiere decir? Es fácil interpretarla: la edad del padre (32) más los años que faltan transcurrir (incógnita T) es igual a la edad del hijo (5) más los mismos años transcurridos (T). Resuelta la ecuación, despejando la incógnita, si el lector recuerda algo cuando lo vio en la escuela o le pregunta a su hijo, el resultado le dirá que T=-2 (cuando el padre tenía 25 años el hijo tendría -2 años). ¿Pero cómo la edad será negativa? ¡No puede ser! Este enigma matemático no responde a la realidad.
Pero sí tiene respuesta con el método religioso. En la mayoría de las religiones monoteístas existe Dios, creador del Universo. En nuestra línea del tiempo, la semirrecta izquierda la representa.
“El tiempo religioso y el tiempo científico son dos formas distintas de concebir y medir el transcurso de los acontecimientos. El tiempo religioso se basa en la creencia de que hay un principio y un fin de la historia, determinados por la voluntad divina, y que el tiempo tiene un sentido y un propósito trascendente. El tiempo científico, en cambio, se basa en la observación y el cálculo de los fenómenos naturales, y considera que el tiempo es una magnitud física que se puede medir con precisión y que no tiene un valor moral o espiritual.
El tiempo religioso suele estar marcado por ciclos o ritmos que se repiten según las tradiciones o los ritos de cada cultura o religión. El tiempo religioso también puede estar vinculado a la idea de eternidad, es decir, a la existencia de una realidad que no está sujeta al cambio ni al deterioro, y que se opone al tiempo terrenal o temporal.
El tiempo científico, por su parte, se basa en el uso de instrumentos y unidades de medida que permiten establecer una escala temporal común y objetiva para todos los observadores. Por ejemplo, el reloj, el calendario o el cronómetro. El tiempo científico también se apoya en teorías y modelos que explican el origen y la evolución del universo, la Tierra y la vida. Por ejemplo, la teoría del Big Bang, la geología o la biología evolutiva.
La relación entre el tiempo religioso y el tiempo científico ha sido objeto de estudio y debate por parte de filósofos, teólogos, científicos y otros autores. Algunos han defendido la compatibilidad o complementariedad entre ambas visiones del tiempo, mientras que otros han señalado las contradicciones o conflictos que existen entre ellas.”
Notas:
-Lo entrecomillado es tomado de Wikipedia y del chat GPT de Bing.
-Sugerimos ver: ¿El tiempo es negativo? Un enigma matemático, video editado por LaMejorAsesoríaEducativa.