por Daniel Martos - 15 ago 2023

 

Algunas personas entradas en años, como yo, recordaremos la importancia de la firma “manuscrita” (hológrafa, en lenguaje “serio”) y la ceremonia de la que estaba revestida cada vez que uno la estampaba en algún documento.

 

Por cierto (y por suerte, porque es la temática de esta columna) la vida informática avanzó en forma notoria y deslumbrante en muchos ámbitos de la vida, y más aún en la elaboración de documentos. Muchos de los cuales necesitan ser convenidos bajo una firma personal. Claro está: muchas veces compartimos documentos entre personas que están muy distanciados físicamente entre sí, y se hace necesario suscribir un acuerdo en forma legal. Para ello, a la tradicional alternativa de la firma certificada por un escribano o autoridad equivalente, hoy tenemos para muchos de los trámites que habitualmente hacemos, la opción de firmarla en forma digital.

 

La firma digital es un sistema de seguridad que permite firmar documentos de manera electrónica, con la misma validez legal que una firma manuscrita. En la Argentina, la firma digital está regulada por la Ley 25.506 que establece los requisitos y condiciones para su uso.

 

¿Cómo funciona la firma digital?

La firma digital se basa en el uso de un certificado digital, que es un documento electrónico que vincula un par de claves criptográficas a una persona o entidad. Una de estas claves, la clave privada, se utiliza para firmar documentos, mientras que la otra, la clave pública, se utiliza para verificar las firmas.

 

Para firmar un documento digitalmente el usuario utiliza su clave privada para cifrar el documento. El documento cifrado se envía al receptor, quien utiliza la clave pública del firmante para descifrarlo. Si la clave pública es válida, el documento se considera firmado digitalmente.

 

Esta validación puede hacerse de dos maneras:

-la primera, a través de una “llave” (o dispositivo Token) que se conecta al puerto USB de la computadora, y mediante la contraseña que lo acompaña, valida la firma de quien la tiene registrada a su nombre.

-la segunda, es validación sin Token, para lo cual bastará acceder al sitio del certificante y colocar la contraseña para validar dicho documento como propio y sin modificaciones.

 

¿Cuáles son los beneficios de la firma digital?

La firma digital ofrece una serie de beneficios, entre los que se incluyen:

-Ahorro de tiempo y dinero: la firma digital elimina la necesidad de imprimir, escanear y enviar documentos por correo.

-Mayor seguridad: la firma digital utiliza técnicas criptográficas para garantizar la integridad y autenticidad del documento.

-Mayor accesibilidad: la firma digital permite a las personas firmar documentos desde cualquier lugar, sin necesidad de desplazarse.

 

Es necesario aclarar, que la firma digital no es lo mismo que la firma electrónica: esta última consiste solo en firmar colocando el nombre debajo del escrito, pero sin ninguna validación de originalidad. Es decir, una persona podría colocar como firmante el nombre de otra, pero nadie certificaría la autoría.

 

¿Cómo obtener una firma digital en la Argentina?

Para obtener una firma digital en nuestro país es necesario contratar los servicios de un proveedor de servicios de certificación (PSC). Los PSC son entidades autorizadas por el Estado para emitir certificados digitales. El proceso para obtener una firma digital es sencillo y rápido. La explicación más detallada la da el Gobierno Nacional en el siguiente link: https://www.argentina.gob.ar/jefatura/innovacion-publica/innovacion-administrativa/firma-digital

 

Desde alli también se puede solicitar el turno para formalizar el pedido de la firma digital. Pero, en síntesis, consiste en los siguientes pasos:

1. Pedir una solicitud de firma digital al PSC.

2. Presentar la solicitud ante el PSC, junto con los documentos de identidad requeridos.

3. En el caso del registro sin Token, es totalmente gratuito.

4. Recibir el certificado digital.

 

Conclusión

La firma digital es una herramienta segura y eficiente que ofrece una serie de beneficios para las personas y las empresas.