¡Hombres de poco feed!

 

 

por Daniel Martos

10 nov 2017

Seguramente, como usuario de la web -seguro lo sos: de hecho, estás leyendo mi columna en un website-, buscaste infinitas veces una cantidad considerable de información vinculada a una temática puntual (desde puntos de crochet hasta efectos de una bomba nuclear; o recetas de cocinas, cómo bajar algunos kilitos de más, cómo entretener a los nietos, o cómo ahorrar dinero...).

 

En ese sano ejercicio de incrementar conocimiento a través de la búsqueda online, estás siguiendo un camino horizontal muy utilizado: vos, buscando información. Pero, ¿qué pasaría si invertís el camino, y es la información la que te busca a vos? Bueno, si nunca lo pensaste, existe una forma y no requiere demasiada complejidad: simplemente, el uso de feeds.

 

¿Qué es un feed? Es un medio por el cual los usuarios pueden leer las entradas de un sitio Web o parte de ellas; el feed en sí es un archivo que contiene la información del contenido del blog y que se actualiza de forma automática.

 

Cuando estás interesado en un blog, podés suscribirte a su feed y de esta forma sabrás cuando haya un contenido nuevo, el cual podrás leerlo desde tu lector de feeds.

 

La ventaja de suscribirte a feed, es simple: supongamos que te gustan 50 blogs que lees regularmente, ¿te imaginás tener que estar entrando a esos 50 blogs a cada rato para saber si han escrito algo nuevo? Podrías perder mucho, pero mucho de tu valioso tiempo. En cambio, si te suscribís al feed de esos blogs, sabrás cuando haya una nueva entrada en alguno de ellos sin haber tenido que ir hasta cada uno de esos sitios para averiguarlo.

 

En otras palabras, suscribirte a un feed hace que en lugar de que vayas a la información sea la información la que vaya hacia a vos.

 

Si no tenés idea de cómo empezar, te recomiendo que visites https://feedly.com , un gestor simple y moderno de feeds; otras buenas opciones son: www.NewsBlur.com y https://digg.com/reader

 

No lo olvides, tomate unos minutos, y dedicalos a incrementar tu feed.

 

Verano etrusco con gardenia

por C. Fernández Rombi

13 nov 2017

 

 

La tarde comienza a caer y el cielo parece listo a estallar en un sinfónico alarde de  carmesíes, dorados y azules, colorido que lentamente se va resumiendo al del plomo antiguo el Viejo me dice que la lluvia no se va a tardar… personaje singular este viejo descendiente de antiguos griegos y carente de toda cultura aprehendida  pero pleno de la sabiduría de la vida y pulmones arruinados en las canteras de mármol… en el largo mes que llevo en este apartado lugar muy cerca del Lago Orta  en el Piamonte es mi único interlocutor de todos los días más bien pienso que es mi  protector adoptivo es decir es él quien me adoptó desde que llegué en busca de salud y de tranquilidad para mis nervios siempre a punto de desbordar y mi melancolía pertinaz, lentamente comienzo a reponerme de esta larga y tediosa opresión en el pecho y mis accesos de tos reales a pesar de los dichos de mi médico de ser más mi pura imaginación auto protectora de solterón más allá de los cuarenta que real enfermedad y que mis pulmones están mejor que los de él y sigue y sigue y sigue y sigue pareciera más psicólogo que clínico, me despido del Viejo como cada atardecer hoy un poco más temprano por la lluvia inminente en realidad ya estoy un poco harto de este lugar extraño la ciudad sus luces su movimiento su sonido peculiar con sus putas siempre a mano como adrede esquivo la zona turística del Orta mi ausencia de mujer se hace más densa el tímido el solitario cuando quiere amor paga acá ni modo llego a este costado apartado del lago en la mañana temprano aún la vegetación esta mojada llovió bastante ya el Viejo está con la caña de pescar y el café en el fogón a veces tengo temor que se caiga se sienta tan tranquilo al borde mismo del pequeño acantilado no es como yo que temo a todo y a todos como cada día deja la caña y se acerca a darme la mano sabe que yo no voy a estar a menos de dos metros del abismo y como cada día me pregunta si pude dormir bien y cómo anda mi tos le digo que dormí un poco mejor y la tos está bajando se alegra como ante una buena noticia personal sus ojos tan azules como el mismo lago sonríen con picardía este Viejo es como el epítome mismo de la bellaquería cuando me comenta que al pequeño hotel cercano a su casita arribó una inglesa tan linda como el mismo Orta que sería una novia excelente para Usted está sola y se la ve tan tristona como a Usted me sonrío sin contestar sería pura broma que consiguiera novia en este lugar solitario y apartado, ya se han cumplido quince días de la llegada de la inglesa y el Viejo se ha tomado la costumbre de visitarla cada atardecer parece que la solitaria mujer lo empezó a apreciar igual que yo, Lilian se llama la muchacha y viera Usted lo linda y simpática que es aunque hable muy poco igual que Usted para colmo sabe poco del idioma del paese y yo igual del inglés pero no crea en lo importante nos entendemos cada día le hablo de usted y que debieran conocerse y por qué no se viene una de estas tardes conmigo para el lado de casa yo los presento y luego les hago unos pescados fritos que son mi especialidad; ni loco pienso, no sirvo para eso y seguro que Lilian le sigue la corriente al Viejo igual que yo desde ya que no me hago ninguna ilusión pero me extraña a mí mismo de no haber comenzado los preparativos de mi vuelta a casa ya se ha cumplido el plazo máximo de vacaciones que me otorgué y me sigo quedando no soy tan tonto como para no saber que cada día voy al encuentro del Viejo un poco más temprano, Lilian se ha convertido en nuestro tema único de conversación y obsesión a la que el Viejo fogonea sin hacerse rogar más aún es notorio que se complace en adornar y recrear este romance inexistente y que nunca existirá Lilian está más que interesada en Usted me dice el Viejo al cumplir mi romance el mes cabal, es imposible si no me conoce respondo queriendo creer pero yo le cuento me dice que cada noche sueña con ella que la quiere conocer y me parece que está de acuerdo es inútil no puedo nunca me voy a atrever, dice la señorita Lilian que está muy agradecida por la gardenia que le envió ayer, cómo cómo cómo cómo yo no envíe gardenia ni flor alguna ahora estoy enojado y no lo puedo disimular al Viejo no parece importarle su expresión de picardía es más notoria que nunca si Usted hubiera visto con cuanta alegría recibió su blanca y hermosa flor que busqué durante días en la ladera opuesta del Lago único lugar donde crecen tan hermosas y perfumadas hasta emocionada estaba la señorita se lo juro por la mismísima Madonna Immacolata sin poder evitarlo mi enojo se diluye al tiempo que crece una recóndita ilusión, su piel es tan clara como el mármol de la cantera su cabello largo y de pura seda del paese color azabache como el mismo color del lago las noches sin luna sus venas pequeñas y delgadas líneas azules de trazado único que recorren sus brazos como caminos de amore sus ojos verdes y tristes sólo se iluminan con luz de esplendor cuando le hablo de Usted y es su cintura breve justa en ese cuerpo esbelto y perfecto y su voz ah su voz plena de dulzura plena de sugestión hasta mi sangre vieja y dormida se estremece cuando Lilian me habla, ahora paso mis noches en frenesí amoroso si yo me animara si no fuera tan cobarde hay momentos en la quietud serena de las noches del Piamonte que me parece sentir el perfume la presencia el suave calor de Lilian mis labios llegan a la misma modulación del beso es hermoso es sensual es una pura angustia, esa mañana llego al acantilado antes que el Viejo por primera vez al arribar estrecha mi mano con esa sonrisa redomada que pareciera leer dentro mío, ahora Signore preparo el café mientras contemplamos la belleza del Lago hace tantos años que lo miro y lo miro y siempre me sorprenden su luz y su esplendor además estoy molto felice anoche soñé que hoy iba a sacar un gran pez y lo iba a cocinar para Usted y la Signorina habla y habla y habla y habla es pasada la media mañana pero ni una sola palabra más acerca de Ella de mi Lilian a sabiendas que sigo su juego no puedo aguantar más y le pregunto en voz tan baja que el Viejo debe estirar el cogote para oírme, ah dice Usted si ayer vi a la Signorina pues claro que sí y me dijo que quiere conocerlo y que su partida no está lejana y los tiempos se acortan, siento que el reloj de mi corazón se detiene un segundo una fría transpiración me asume casi no puedo respirar el Viejo lo ha notado y calla un momento como para que me reponga luego dice sin mirarme su vista clavada en las aguas azules ya no hay más tiempo Signore debe Usted decidirse parezco uno de los peces que el Viejo saca del agua abro la boca buscando un aire que se ha ido no puedo respirar quedo muy callado el Viejo por primera vez también pasa una larga hora el mediodía está muy avanzado el Viejo sin hablar sin mirarme comienza a recoger sus cañas y guardar su pesca parece que se va a ir sin volver a hablar se acabaron los tiempos es ahora o no será, me entrego dócilmente le digo mañana dígale por favor que mañana quisiera verla claro si Ella puede y quiere, mañana va a ser un lindo día le voy a decir que venga conmigo a eso de las diez así estarán ambos frescos y bien despiertos esta noche voy a rezar por ustedes y por el amore… ¡ah, el amore! Paso la noche en vela mil y un sueños desbocados y locos pasan por mi mente por mi corazón yo no sé rezar sin embargo de alguna manera lo hago sin articulación sin la forma pero con todas mis ganas llego al risco antes mucho de la hora prefijada vendrá Ella mi Lilian vendrá o solo serán sueños locos del Viejo a los que me sumé sin pensar de pronto los veo, el Viejo un paso adelante con sus trebejos y su balde ya la pipa humeante entre los labios no me animo ni a mirar pero a hurtadillas a medida que se acercan lo hago y empiezo a distinguirla bien me maravillo me asombro es exacto como la soñé es como si el Viejo me hubiese trasvasado con todo detalle a la mujer soñada ya el Viejo no me parece viejo ni gastado ni arrugado es el rubicundo y renovado Cupido de nuestros sueños  humanos, el Viejo y Ella ya están a mi lado nos presenta como al pasar ninguno de los dos atina a decir nada Lilian sonríe apenas y pareciera tapar la luz del mismo sol el Viejo aclara que hoy no va a pescar en este “su” lugar y que le hablaron de un pesquero mil metros lago abajo que es superior, por eso hoy va a probar allí, es evidente que nos quiere dejar solos me aterro no voy a tener más salida que hablar yo que estaba casi tranquilo de refugiarme en la presencia entre ambos del Viejo que nos dice que disfrutemos el día y se marcha quedamos en silencio casi sin mirarnos y el tiempo pasa sé que debo hablar veo que sus labios se entreabren y mi corazón salta enloquecido Lilian me va a hablar, no, no puede no puede no puede sus labios se vuelven a cerrar y al mismo borde de la desesperación consigo articular tres palabras ni apropiadas ni justas ni lógicas para este momento y que serían más coherentes en un adolescente muy tonto.

-Lilian, estoy enamorado…

-Yo también.

 

Ciudadanía virtual

por Daniel Martos

31 oct 2017

Entre las innumerables curiosidades que casi a diario nos depara internet, hay una con la que me encontré hace algún tiempo, y -debo admitir mi espíritu inquieto- me llamó poderosamente la atención por su concepto tan fronterizo entre lo bohemio, lo lúdico y lo atemporalmente histórico, si se me permite el neologismo: las ciudadanías virtuales.

Antes de continuar con este pequeño desarrollo, aclaro que no me refiero a las iniciativas tan loables de digitalización de la burocracia estatal, a través de proyectos como -por ejemplo- el de la provincia de Córdoba en su portal “Ciudadano Digital”, cuya expansión hacia otros niveles de la administración sería óptima. Sino de la posibilidad que vos también tenés, querido lector, de aplicar para obtener la ciudadanía -¡o quizá, hasta convertirte en embajador! de países -europeos, en su gran mayoría- que... no existen.

Si todavía no escuchaste hablar del Imperio de Aerica, el Reino de Elleore, o la República de Molossia, no te preocupes. Tal vez puedas hacerlo en algún día lluvioso, en que tu proveedor de Cable no preste el servicio correctamente, aunque tengas buena conexión a internet, y luego de chequear las redes sociales, teniendo algo de tiempo libre, quieras googlear “micronaciones”.

Una micronación es una entidad conceptualizada como un nuevo proyecto de país, no reconocida por ninguna organización internacional ni gobierno, pero que han desarrollado un marco teórico, principalmente por un creador específico, que han plasmado en papel o -para maximizar su difusión- a través de internet.

Yo, personalmente, en algún momento como el que te reseñaba más arriba, he curioseado en la web, y de esa forma he rellenado mi aplicación para dos de ellas: Ladonia -en Suecia, cuya historia es muy pintoresca-, cuyo gobierno me otorgó la ciudadanía en junio de este año; y Liberland, para cuya ciudadanía apliqué hace unas semanas.

¿Tiene sentido hacerlo? Es una respuesta muy subjetiva. En cuanto a beneficios sociales y/o económicos -salvo que le encuentres alguna veta comercial-, no. Pero en cuanto a lo histórico, lo intelectual y lo experiencial (¡y no es poco decir!) lo considero como una muy buena oportunidad para poner en práctica aquello que los psicólogos llaman “ocio creativo”, y que te va a ayudar a ir desempolvando un poco más el cerebro y colaborar con vos en salir de tu zona de confort.

Te invitaría a unas vacaciones en el Imperio Octógono; pero de solo pensarlo siento un escalofrío fulgurante. Entonces, mejor, cuando viajes a mi patria Ladonia, avisame y quizás te acompañe.

¡Hasta la próxima!

 

Obsesión

cuando Clinton asesinó a Obama

por C. Fernández Rombi

03 nov 2017

 

 

“Soy el hombre más poderoso del planeta. En este primer año de mi segundo mandato ya no caben dudas de que soy uno de los cinco presidentes más importantes de la historia de este bendito país. He dejado muy atrás la patética imagen de Bush. Los logros económicos y sociales de mi administración se cuentan por doquier. Mi mandato termina en tres años y ya no podré ser reelecto, pero… ¿qué duda cabe? Voy a seguir siendo el árbitro del destino nacional y en el 2005 voy a volver a la Casa Blanca. La vida me sonríe y el mundo se inclina a mis pies.

 

¡Qué madeja maldita! Un momento de distracción y estoy envuelto en un escándalo nacional… ¡por una puta becaria! El mundo se me vino encima. Ya no soy creíble. Ahora tenemos un presidente de piel oscura y, a modo de gran idea, la designa a Hillary, Secretario de Estado; mi ostracismo es total… soy ‘el esposo mujeriego de’”.

 

El tiempo pasa y el hombre ya maduro, que fuera unos de los presidentes más jóvenes del imperio, no puede olvidar su pasada grandeza. Extraña los titulares de los diarios, la consulta de sus pares, la obsecuencia… en fin, el poder. En ocasiones, su mente busca sin suerte como “volver”. Sabe que es imposible. En ocasiones, desvaría.

 

20 de enero del 2013: Barak Obama, vuelve a asumir la presidencia. Entre las personalidades políticas invitadas, ocupa un lugar de preponderancia su Secretario de Estado, Hillary Clinton, acompañada de su esposo. En el momento del saludo presidencial, éste exhibe una expresión cálida y amistosa, ambos se saludan con enorme alegría, luego le toca el apretón de manos con el esposo.

 

El esposo extiende su mano armada y dispara. La pistola, al restallar en su mano, le produce una alegría inmensa.

 

“¡Ahora sí! Nuevamente… ¡soy el hombre más importante del mundo!”

 

Mi regalo de cumpleaños

por C. Fernández Rombi

24 oct 2017

 

 

A dos días de cumplir los 72, he tenido el mejor regalo que pudiera haber pedido.

 

Hace tres meses apareció en la plaza del Barrio Laprida (a una cuadra de casa) un pordiosero que la tomó como hogar permanente.

 

Su historia: la familia que le subalquilaba parte de su casa en Rivera al 2300, le secuestró sus documentos, incluso escritura de la vivienda, lo montó en una camioneta y lo tiró en la zona de Campana, sin ropas, ni documentos, ni un peso. Esta dirección está a tres cuadras de la Plaza Laprida.

 

Imposible contar la odisea para su vuelta a su hogar… que ya no era tal.

 

Me fui acercando de a poco. Como reparé en que compartíamos el mismo vicio (fumar), cada mañana cuando compraba para mí, también lo hacía para el hermano en desgracia.

 

De ahí fui conociendo su historia. La de la casa usurpada y de que tenía familia en Catamarca. No vista desde hacía 30 años. También del estado lamentable de sus pies, quemados con ácido por los simpáticos usurpadores.

 

Varios vecinos tuvieron su protagonismo en alimentos, ropas y bebidas. Y aquí destacó la intervención providencial de mi hija Natalia: “me ordenó” tomarle una foto y pedirle la mayor cantidad de datos posibles de filiación personal. Con eso, inició una búsqueda denodada (dos meses) en las redes sociales. Una primera alegría se frustró rápido, similitud de nombre con una persona más joven.

 

Finalmente, aparecieron los catamarqueños interesados en extremo en recuperar al hermano, tío y padre de tres hijos… y unos cuantos nietos. ¡Aleluya!

 

Cuando todo parecía encaminado y el hermano listo a viajar a buscar a nuestro hermano Antonio, éste, anoticiado, tuvo un acceso de pánico y desapareció. Hubo que “parar” al hermano, viajero frustrado, al borde de la desesperación.

 

El sábado, lo ubicamos a Antonio en el Hospital Gandulfo. Cuando fuimos el lunes con Natalia a buscarlo, lo habían “dado de alta” el viernes a la noche y echado a la calle… con los pies tan lastimados o peor. Allí comenzó nuestra frenética búsqueda por las plazas de Lomas Este y Oeste. Contamos con la ayuda inestimable de los guardianes municipales que hay hace un tiempo en nuestras plazas. Finalmente, lo hallamos en la plaza de origen, la de nuestro barrio, en peor estado físico y anímico.

 

Ya Natalia tenía el teléfono del hermano y sobrinas de Antonio.

 

Tuve el tremendo placer de lograr que los hermanos tuvieran, a través de mi celular, su primera charla de persona a persona en 30 años. Hubo que solucionar algunos inconvenientes posteriores, pero no hacen mayores agregados a esta historia.

 

Este sábado, a las 11 de la mañana, se produjo el reencuentro en mi propia casa y tuve la alegría enorme de ver a dos hombres grandes abrazándose y llorando como locos.

 

Yo, simple espectador, también lloraba sin disimulo.

 

Una hora más tarde, mi yerno -de puro oro- los estaba trasladando a la Terminal de Retiro. Mañana al mediodía, ambos héroes de esta pequeña historia son esperados por su familia numerosa en su ciudad natal.

 

Fin de la historia de mi mejor regalo de cumpleaños.