MIRÁ O  ESCUCHÁ ON LINE "COMENZANDO LA SEMANA" salv

Todos los lunes de 8 a 10 hs

por Conexión abierta- click aqui

DESCARGAR  

  • Home
  • ACTUALIDAD
  • DEPORTES
  • TECNO
  • MÚSICA
  • ECONOMÍA
  • SOCIEDAD
  • RELATOS
  • HACIENDO HISTORIA
  • INFORMÁTICA
  • EDUCACIÓN
  • ARCHIVO

NUESTROS COLUMNISTAS

  • Salvador D'Aquila
    Salvador D'Aquila

    Actualidad

  • Dr. Juan Carlos Latrichano
    Dr. Juan Carlos Latrichano

    Economía

  • Carlos Fernández Rombi
    Carlos Fernández Rombi

    Relatos

  • Osvaldo Pimpignano
    Osvaldo Pimpignano

    Tecno

  • Nacho D'Aquila
    Nacho D'Aquila

    Sociedad

  • Lic. Daniel Martos
    Lic. Daniel Martos

    Informática

  • Loli Báez
    Loli Báez

    Música

  • Prof. Darío Dominguez
    Prof. Darío Dominguez

    Educación

  • Alejandro Muñoz
    Alejandro Muñoz

    Deportes

  • Candela Saldaña
    Candela Saldaña

    Historia

Previous Next Play Pause

Mas recientes

  • Un antiguo romance (Risas y lágrimas) (RELATOS)
  • Un nuevo colega (RELATOS)
  • Éxitos y fracasos del Plan de convertibilidad (ECONOMIA)
  • Impacto de los impuestos al comercio exterior en la economía (ECONOMIA)
  • Recuerdos de la semana que viene (RELATOS)
  • Innovación Cruza de ciencia y diseño (TECNO)
  • Fútbol femenino (DEPORTES)
  • Las “vacas” sí vuelan (INFORMATICA)
  • ¡Lo vieron en…! (RELATOS)
  • San Luis despapelizó su obra social, para el cuidado del medioambiente (TECNO)

Un antiguo romance (Risas y lágrimas)

  • Correo electrónico

por Carlos Fernández Rombi – 27 feb 2021

 

Rosa tú, melancólica (fragmento)

El alma vuela y vuela

Buscándote a lo lejos

Rosa tú, melancólica

Rosa de mi recuerdo…

Nicolás Guillén

 

Última noche de los carnavales del ´85 en Huerta Grande, Córdoba.  En el Club Social y Deportivo estamos “los inseparables”: René, Walter, Oscar y yo.  Nos vinimos de mochileros desde Buenos Aires.  El año anterior fuimos a Mendoza y nos fue rebien.  Este año no estamos disfrutando tanto, quizá muchos días de lluvia (fatales para los mochila-boys), quizás ya estamos un poco grandes para este tipo de salida ─yo piso los treinta y mis cumpas, más o menos-.  Oscar y René se casarán este año, así que de seguro esta es nuestra despedida.  Quizás debiéramos haber cortado el año pasado, así nos hubiera quedado un gran recuerdo de nuestros ocho años de mochila…

 

El baile está en sus finales.  Bostezo a full y espero ansioso la hora del raje.  Esto es un plomo.  Me estoy secando las lágrimas que me produjo el bruto bostezo, cuando veo que una muchacha, sentada a una mesa a unos metros, me mira tentada de risa.  Su expresión de burla es tan evidente que engrano y sin vacilar me le acerco, notando en mi subconsciente que es toda una belleza, ya sea en Huerta Grande o en Avellaneda.  Y además, que apenas si llega a los dulces veinte, doce menos que quía…

─¡Hola… qué tal!  Estoy muy contento…  Corto sin mayor explicación.

─¡Hola… me alegro mucho…!  ¿Puedo saber qué te pone tan contento?

─Que mi aburrimiento haya servido para tu diversión…

 

La atracción mutua y la alegría de compartir fueron instantáneas.  Mis amigos, superaburridos se marcharon una hora más tarde.  Los despedí diciéndoles que en un rato me les juntaba en la carpa.  Lo cual resultó una mentira: dos días más tarde mi grupo volvía a Buenos Aires sin mi presencia.  Me había instalado en la casa de Marina.  Sus padres, médicos gerontólogos, estaban en un Congreso en Canadá.  Habían partido el día anterior y no volvían hasta  cumplida la quincena.  ¡Quince días de gloria mágica y total!  Una quincena encerrado en su casa, sin  siquiera asoma la nariz (por los vecinos y la reputación de mi amada).  Quincena única, mágica e irrepetible en toda  mi vida…  ¡Inolvidable!

 

Llegó la hora de partir, sus viejos volvían al día siguiente.  Esa última noche fue toda de pasión y llanto.  Seguros de la eternidad de nuestro amor, intercambiamos teléfonos y mails.  Nuestro último beso fue irrepetible, jurándonos amor eterno y mi firme promesa de venir lo antes posible a buscarla.  Los primeros meses, ambos cumplimos.  Luego de la muerte de papá, la  situación se puso fulera en casa y hacían falta más ingresos.  Tomé otro trabajo e, insensiblemente, empecé a estirar un poco la comunicación con mi Marina.  Un año después de esa quincena inolvidable y cuando estaba haciendo planes para viajar a Córdoba, recibo un largo correo de ella.  Largo y mucho, también me pareció sincero.  Pero la realidad era que me daba el piante.  Se había puesto de novio con un excompañerito de la primaria, hijo de una pareja de colegas de los padres y sus grandes amigos.  El mail terminaba diciendo: “Perdoname, Salvador.  Lo nuestro fue hermoso e inolvidable, pero mi vida está en este lugar.  ¡Nunca te olvidaré!”.

 

Los años se sucedieron unos a otros sin solución de continuidad.  Un par de años después, yo también me casé.  Amalia era una buena mujer, aunque nunca despertó en mí esa pasión que había vivido a mis treinta.  Falleció joven y me regaló una hermosa hija; esta, a su vez, mi primer y único nieto.  Hoy le festejó en privado ─los dos solos─ sus diez añitos a mi Benjamín, que le encanta pasear en auto.  Me lo llevo al Parque Tres de Febrero: helados, un cono gigante de pochoclo, algunos chocolates y dale que va…  A punto de emprender el regreso y llevarlo a su casa, nos sentamos en el único banco libre en ese despelote de domingueros gozando de un sol puro esplendor.  De pronto…

 

Veo en el banco de enfrente al nuestro a una belleza de mujer madura con dos niños…  ¡Sin dudas, es Marina!  Refreno mi intención primera de ir a saludar.  ¡Estoy impactado!  Tal vez un par de kilos más, pero no difiere demasiado de la muchacha que conocí hace treinta años.  En ese momento, se sienta a su lado un hombre más joven y mejor plantado que yo (peladito y entrado en panza, ya en mis sesenta largos); pasa el brazo sobre sus hombros y la besa cariñosamente en la boca.  (No dudo, es el antiguo excompañerito  de la primaria y hoy, dorima).

 

El recuerdo de la única pasión de toda mi vida vuelve desatado a mi memoria.  Cada beso, cada caricia, cada palabra se renuevan en mi corazón… ¡estoy temblando!  Tal vez, por la fijeza de mi mirada, Marina clava sus ojos en mí, es sólo un momento…  Luego, su mirada vuelve a su esposo y sus pequeños.  ¡No me reconoció en absoluto!  A tientas busco la mano del Benja y lo llevo hacia el auto.  Caigo en la cuenta de que arrastro los pies y estoy a un punto del llanto. Recuerdo un solo momento tan triste como este.  Aquel de antaño, cuando recibí el último mail de Marina.

 

 

Fútbol femenino

  • Correo electrónico

por Alejandro Muñoz – 21 ene 2021

 

Y un día, el fútbol femenino tuvo una final entre Boca y River, jugada en un estadio profesional (José Amalfitani) y con televisación en directo.

 

Lo más destacado es que el 7-0 de las xeneizes contra las millonarias, significó el final del primer torneo profesional de la historia del fútbol femenino en la Argentina.

 

Boca, dirigido por Christian Meloni, logró coronar un buen trabajo en la temporada, y pudo cortar una racha de 7 años sin títulos, todo un maleficio para un club que invierte tanto en esta disciplina.  Al revisar los números, nos encontramos con que este equipo no pierde hace 32 partidos, en el torneo jugó 7 encuentros, ganó los 7, convirtió 33 goles y no le hicieron ninguno.  Tuvo en Andrea Ojeda a la máxima anotadora del torneo, y justamente esta centrodelantera acumula más de 400 goles en su carrera, aunque no hay registros oficiales de muchos de los partidos. Pero en una suerte de revisión histórica, tiene incluso más tantos anotados que el propio Martín Palermo.

 

El fútbol femenino en nuestro país llegó para quedarse.  Veremos con qué intensidad, con qué compromiso de parte de aquellos y aquellas que deben hacerse cargo de que crezca y, sobre todo, con qué continuidad en el tiempo va a poder desarrollarse.  ¿Se imaginan un Boca vs River para definir la Libertadores femenina, con 80 mil personas pagando su entrada para disfrutar del partido?

 

Hoy suena utópico, pero...

 

 

Las “vacas” sí vuelan

  • Correo electrónico

por Daniel Martos - 13 ene 2021

 

Más allá de las complicaciones lógicas del año que pasó, agudizadas en las últimas semanas por la pandemia de Covid-19 nuevamente en crecimiento en nuestro país, el receso estival les permite a las familias y personas afortunadas, la posibilidad de poder hacer una escapada de unos días o semanas a algún lugar de descanso vacacional.

 

Nuestro hermoso país tiene una reserva de increíbles lugares para conocer.  Y este año, donde los viajes internacionales son más riesgosos o directamente imposibles de realizar (por lo cambiantes, desconocemos las condiciones que regirán al momento de que leas esta nota), se presenta como una gran posibilidad que nuestro objetivo sea visitar algunos de ellos, aunque sean los más cercanos.

 

Pero como esta columna es de informática y no de turismo, hoy les propongo hacer un rápido repaso por algunas de las apps que nos pueden ayudar en este objetivo de disfrutar de tus próximas “vacas” (¡que siempre se pasan volando!).

 

Las generales de la ley

Existen algunas apps tradicionales de turismo donde se pueden recorrer las diferentes opciones y valoraciones de los sitios turísticos más destacados de cada localidad.  Una de las más reconocidas es tripadvisor.  Si bien está orientada a la comercialización de lugares de alojamiento, también ofrece sugerencias (en los apartados “qué hacer”, tanto de su app como su versión web).

 

Con menor grado de desarrollo, está foursquare, pero es una buena alternativa para planificar los viajes con antelación o ya estando en el lugar de destino.  Hablando de la ley a la que hacemos referencia en el apartado, recuerden que -al menos al momento en el que escribo esta nota- es necesario tramitar el certificado “Cuidar verano” desde la misma app; y que además, algunas provincias de nuestro país tienen requerimientos especiales, para lo cual es imprescindible visitar la página del gobierno desarrollada a tales fines.  Se encuentra en https://www.argentina.gob.ar/verano

 

Los desarrollos locales

Muchas de las ciudades y destinos habituales de argentinos y argentinas, desarrollaron apps para facilitar el recorrido de los turistas.  Por si están pensando en realizar una escapadita, enumero algunas de las opciones, todas disponibles en la play store y algunas de ellas también en IOS.

 

Rosario turismo ofrece circuitos temáticos, mapas interactivos, materiales audiovisuales inéditos e información sobre atractivos de la ciudad.

 

Posadas Turismo (debemos reconocer que muchas no tienen un nombre demasiado original) ofrece también una guía detallada de lugares, centros y servicios gastronómicos para facilitar tu descanso en esta bella ciudad.

 

Viví la costa es una app desarrollada por el Municipio de la Costa.  A través de ella, se puede acceder a los eventos planificados para estos meses, consultar horarios de transporte y, en la versión de este año, consultar también el aforo en cada playa; es decir, la tasa de ocupación en cada balneario, para poder decidir con mayor precaución a cual acercarse.

 

Mendoza, como provincia, no cuenta con una app, pero en su sitio web https://mendoza.tur.ar/ ofrece la posibilidad de obtener información por whatsapp chateando con un representante.  Sin embargo, la ciudad de Mendoza desarrolló Turismo Ciudad de Mendoza, con agenda de eventos, city tour y un destacado con los eventos.

 

Curiosamente, no encontré apps vigentes de turismo para la provincia de Córdoba y la ciudad de Mar del Plata.  Aunque mucha información se puede encontrar en sus sitios web https://www.cordobaturismo.gov.ar/ y http://www.turismomardelplata.gob.ar/ respectivamente.

 

Nos vemos, entonces, a la vuelta.  ¡Buen viaje!

 

 

Cien años de la Radiofonía Argentina

  • Correo electrónico

por Salvador D’Aquila – 27 ago 2020

 

Cien años de la primera emisión radial en la Argentina.  “Locos” fueron llamados aquellos jóvenes que la lograron… para que unos pocos escuchasen esa primera señal que transportaba música de ópera.  Pioneros de una Argentina que tenía en esos muchachos y sus ideas, apenas un ejemplo más de expectativas de enorme crecimiento.  Expectativas que, por lo menos, la radiofonía argentina no defraudó.  Y entonces, aquella primera música escuchada por unos poquísimos privilegiados, se transformó en el fenómeno que aún hoy nos acompaña, potencia y multiplicado por el desarrollo tecnológico.

 

Esta historia tiene un primer momento trascendente, cuando aquellos costosos artefactos iniciales incorporan parlantes y transforman a la radio en un aparato que se puede escuchar… de a varios.  Al mismo tiempo, comienza a ponerse al alcance del bolsillo del hombre común, del trabajador, asegurando de esa manera su masividad: en cada casa o lugar donde uno iba, seguramente había una radio encendida.

 

De la mano de nombres fundacionales, como Radio Cultura, Excelsior, Splendid y otros, comienza la multiplicación en todos los órdenes: en el número de emisoras, que comienzan a desplegarse a lo largo del dial.  En la potencia de las plantas transmisoras, que permite que la radio se escuche cada vez mejor y llegue cada vez más lejos.  En los contenidos de las programaciones; y en la creatividad para producirlos.  Y por supuesto, en la cantidad de oyentes.

 

Entonces, ya no solo se escuchó la música clásica del primer día, sino también la música popular, la información, programas deportivos, de entretenimiento, infantiles, educativos…  El radioteatro marcaba época.  Y la radio también fue clave para seguir las alternativas del acontecer político de nuestro país… ya fueran transmitidas desde una orilla u otra del Río de la Plata.  La radio se convirtió en un fenómeno colectivo que alcanzaba a los hogares, los lugares de trabajo, los cafés, los clubes de barrio.  Apoyada cada vez más por una publicidad creciente, que encontró en este excepcional medio de difusión la mejor manera de dar a conocer productos y servicios.

 

Las voces y sonido de los trabajadores de la radio, hicieron crecer a límites insospechados la imaginación, la fantasía y la adhesión de los radioescuchas.  Convirtiendo en imprescindible a ese aparato que congregaba cada vez a más fieles, subyugados por el acompañamiento de voces inolvidables que forjaron estilos.  Conductores, con saber y buen decir: Jorge Fontana, Betty Elizalde, Juan Alberto Badía, Héctor Larrea…  Locutores, con un profesionalismo tal que lograban que se escucharan con igual atención programas y tandas publicitarias: Ignacio de Soroa, Marcos Mundstock, Estela Montes, María Esther Sánchez...  Entrevistadores, con la formación para hacer inolvidables los dichos de sus entrevistado: Antonio Carrizo (memorables conversaciones con Jorge Luis Borges y Tita Merello, por ejemplo), Hugo Guerrero Marthineitz y sus silencios, que no eran baches, sino que invitaban a la reflexión; y tantos otros.

 

Musicales que hicieron historia: El Glostora Tango Club, La Escala Musical…  Noticieros que acompañaron a la historia argentina.  Programas para las grandes aficiones argentinas: el fútbol… Fioravanti, Enzo Ardigó, el Gordo Muñoz;  el automovilismo y las voces de Carburando; el boxeo y las grandes veladas del Luna Park.  El entretenimiento y la diversión: Delfor y La Revista Dislocada…  Los radioteatros, que traspasaron los umbrales de las casas e hicieron que las familias compartieran y vivieran como propias, alegrías y tristezas, amores y desamores de sus protagonistas, junto con sus aventuras: Los Pérez García, Poncho Negro…

 

La enumeración de los hechos y protagonistas de la riquísima e inabarcable historia de la radiofonía argentina podría continuar sin encontrar un final.  Pero en este brevísimo recorrido, no podemos dejar de destacar el rol de la radio como servicio.  Siempre necesaria en esa función, que además supo ser en pueblos y regiones el medio de comunicación privilegiado entre sus habitantes para salvar las grandes distancias.  Y para que todos, supieran de todos.  Así, la radio también hizo Patria.

 

En esta, nuestra época, donde las posibilidades y las formas de comunicación se multiplican todo el tiempo, la radio, como en aquellos inicios, sabe encontrar el modo y los caminos para superarse, adaptarse y seguir presente junto a nosotros.

 

Por último, un condimento muy especial: la radio fue, es y seguramente será, generadora de vocaciones.  ¡Cuántos soñamos con “hacer radio”, a partir del embelesamiento que provoca ese mundo que nos llega a través de los oídos!  A quien lea esto, les digo: nunca es tarde y vale la pena intentarlo.  En lo personal, tengo la satisfacción de poder ser parte de este medio como conductor y productor de un par de espacios.  Un trabajo que, sin duda, se disfruta más y logra mejores resultados realizándolo en equipo.  Por eso, agradezco a mis compañeros del medio que me inspiran y ayudan a que nuestra comunicación con el oyente sea la mejor posible.

 

Celebremos estos cien años.  Y brindemos por muchos años más de nuestra compañía de todos los días… ¡la Radio!

 

Si ahora, querés escucharlo:

https://www.facebook.com/1796376683922206/posts/3050309691862226/

 

 

Oktoberfest

  • Correo electrónico

por Salvador D’Aquila

 

Veinte o treinta años atrás, tal vez podían caber dudas.  Transcurrida casi una quinta parte del siglo XXI, con una película que lleva casi siete décadas o, si preferís, que ya vimos varias veces, no deberían tenerlas quienes analicen la realidad con raciocinio y buena fe.

 

No es la única historia que puede servir como ejemplo: si por razones y/o ideales, la Revolución cubana recibió en sus comienzos la confianza y el apoyo de tantos, sesenta años después no debería defenderse con imprescindible necedad aquello que fracasó y terminó siendo una traición para el pueblo cubano.  Podríamos citar también el fracaso trágico del Nazismo, que subyugó en su aparición a gran parte de la sociedad alemana.  O el del Fascismo.  O del Comunismo.  (Los historiadores podrán complementar esta sucinta lista de la Historia reciente. Que para muchos, también ha sido contemporánea).

 

Refiriéndonos a nuestro autóctono movimiento de masas, lo que no debería cambiar nunca son los valores e ideales que millones enarbolaron como banderas para darle justificación histórica.  A fin de cuentas, es de bien nacidos defender la igualdad de oportunidades, privilegiar a la infancia, cuidar y proteger a los ancianos, promover el desarrollo industrial, la movilidad social ascendente, etc. etc.  ¡Cómo no desear y querer que nuestro país alcance la soberanía política, la independencia económica y la justicia social!  (A los creyentes que se paran en la vereda de enfrente, les recuerdo que ese ideario del Justicialismo coincide prácticamente en su totalidad con la Doctrina Social de la Iglesia Católica).

 

Pero una cosa es luchar para acercarse cada vez más a ese horizonte, aunque pueda parecer utópico.  Y otra, valerse de la buena fe de las mayorías para justificar el ansia de poder a cualquier precio; o todo tipo de delito amparado por el "sentimiento".

 

Y distingo claramente al Justicialismo, que representa ideales que casi podría justificar aquello de que "todos somos justicialistas"; del peronismo, que es falsario.  Y como los frutos nunca caen demasiado lejos del árbol, todos aquellos que quisieron colgarse y cobijarse debajo del paraguas "de la mayoría peronista", fueron cada vez más podridos y corruptos.  O sea, una mentira total.  O una "posverdad", dicho en términos de mentira institucionalizada.

 

Quiero creer que alguna vez llegaremos a ser el país prometido y soñado. Pero para que eso suceda, deberemos continuar atravesando por mucho tiempo esta suerte de desierto bíblico.  Y tendrán que desaparecer generaciones de nosotros, que lamentablemente crecimos entre disvalores y deformaciones, para que alguna vez podamos estar más cerca de alcanzar aquello tan anhelado.

 

Mientras tanto, el mundo avanza.  Y aunque nuestro tiempo se termina, tenemos a quienes nos continúan.  Por ellos, deberíamos hacer más y mejor.  Y también por nosotros.

 

 

aglodirec

mlz 250x40

aysa2017slAA

 

 

    CONFIAN EN NOSOTROS