por Osvaldo Pimpignano – 10 dic 2020
¿Será la burbuja gigante de agua caliente una nueva manifestación del Cambio Climático? Sabemos que el fenómeno del Cambio Climático está instalado y creciendo entre nosotros, y solo es negado por los presidentes de Brasil, EEUU y algunos pequeños estados satélites por razones económicas y políticas.
Contemporáneamente a la conmoción mundial que produjeron los incendios que arrasaron más de cinco millones de hectáreas al este de Australia, con pérdidas de vidas, bienes y varios millones de animales (en este último caso, a causa del incendio o por los que el gobierno australiano determinó debía sacrificar), apareció un nuevo fenómeno climático todavía no comprendido totalmente por la ciencia.
A poco de finalizar el análisis de las temperaturas globales, el 2019 resultó el segundo año más cálido registrado en la Tierra desde la Revolución Industrial. Pero además el 2019 nos deparó un nuevo elemento climático-meteorológico del que no se tenía memoria. Las temperaturas en amplias zonas terrestres de Australia y Nueva Zelanda se elevaron durante los dos últimos meses por encima de las usuales en esa época del año. Se trata de un fenómeno producido en las aguas del Pacífico, al este de Nueva Zelanda. Utilizando una denominación ya común en otros puntos del planeta, como en la costa noroeste de América, los medios de comunicación de Nueva Zelanda hablaron reiteradamente del hot blob (gota o burbuja caliente) en las aguas del Pacífico sur.
Zona central de la “burbuja” caliente
Durante la última semana de diciembre pasado, la zona central de esta gran bolsa de agua registra temperaturas hasta cinco grados por encima de la media. Los expertos mencionan que este tipo de situación se repite con relativa frecuencia, pero raramente alcanzaron temperaturas tan elevadas como esa. La aparición de zonas cálidas en el mar es relativamente habitual, pero el fenómeno actual supera la media histórica. El profesor James Renwich, investigador climático de la Universidad Victoria, en Wellington (Nueva Zelanda), indicó que no tienen precisiones concretas sobre las causas. Solo arriesga a decir que el fenómeno se habría producido en una zona de agua marina sobre la que no hubo nubes durante varios días y tampoco se registraron vientos de importancia, según declaraciones recogidas por New Zealand Herald.
Termografía del centro de la burbuja caliente
El Instituto Nacional de Investigaciones del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda (Niwa) recordó que en noviembre se batió el récord histórico de temperaturas altas en este país, y que a mediados de diciembre, después de unos días de normalidad térmica, los termómetros volvieron a subir en buena parte de las islas. También en las aguas próximas se observaron condiciones similares.
Además de un exhaustivo seguimiento del posible efecto de esta burbuja caliente en la costa de Nueva Zelanda, los expertos estudian su posible incidencia en procesos de mayor incidencia y alcance mayor, como el fenómeno de El Niño y Oscilación del Atlántico Sur (ENOS), con más el agregado del conocimiento que se tiene de la influencia de las temperaturas de las corrientes marinas en el clima global.
Las imágenes fueron tomadas de la Web